Lares, La Barata y “Mi Pequeño San Juan”

20140906_171923Estando por Lares llegamos a “La Pirámide,” lugar especializado en frituras, alcapurrias en especial. Cinco alcapurrias y cuatro Medallas por $13 (si nuestra memoria no falla), no es un mal negocio. Las alcapurrias son buenas, pero no al nivel que estemos ansiosos de regresar. Grandes, parecen pelotas, muc20140906_172855ha masa, puede que alguna salga media ciega (poca carne), pero el sabor es bueno. Son grasosas (coño, son alcapurrias), así que si es de estómago delicado lleve pastillas para la acidez. Nuestra única crítica fue el servicio. No nos pareció bien la actitud de quien nos atendió cuando se le pidieron más alcapurrias para llevar. ¿Quién se molesta contesta con actitud porque le piden más producto? Creemos que debe ser al revés, es más venta. Si estaba teniendo un mal día, pues no lo supo manejar y dejó mala impresión.

20140906_181934Luego pasamos por un chinchorro llamado “La Barata” en la Carretera 436. Y cuando le decimos chinchorro, es porque no le cabe otro nombre. Pides y te sirven en una estructura en madera decorada con promociones (posters) del año de las guácaras y donde no caben más de 15 personas a la vez. Por lo que pides, te sirven, pagas y te los bebes fuera al lado de la carretera. Allí no se va a “fichurear” ni nada por el estilo. Sobre el servicio… El señor echa hielo al vaso, sirve el ron y lo deja fluir mientras te mira. Observamos perplejos como el vaso se sigue llenando y cada vez queda menos espacio para la Coca-Cola. Cuando ya casi no hay espacio para más, se detiene el ron, te echan un “splash” de Coca-Cola. En algunos lados se conoce como “pintadito,” por decir que tiene otra cosa. Ya no podemos aguantar más y decimos: “Anda pal carajo.” El señor nos mira muy seriamente, nos dice: “La Barata.” El mismo escenario se vivió con el whiskey. Dos tragos (DonQ y Black Label) y dos cervezas $10. En fin, allí se va a beber mucho y barato.

photo 3Por último, pero no menos importante y el plato fuerte del día lo fue “Mi Pequeño San Juan” (link aquí). Es un local bien cómodo con decoración de buen gusto alusiva al Viejo San Juan con una garita y murales que representan las típicas estructuras de dicho sitio. Fuimos atendidos por el dueño, quien brinda un servicio impecablemente profesional. Al punto que es posible sufra un infarto cardíaco algún día por el nivel de detalle que observa en el servicio . Nuestra experiencia fue que de allí no sale nadie insatisfecho. Pedimos algo para “picar” para mantenernos en control. ¡Estábamos desde temprano trabajando para ustedes! Las imágenes demuestran las buenas porciones que ofrecen los platos. Uno de nosotros tenía más hambre y pidió un burrito y lo tuvo que compartir de lo grande que estaba (ver foto). En cuestión de variedad de bebidas, cervezas más populares, decente ofrecimiento de cervezas artesanales (estamos seguros que la variedad aumentará) y licores hay en abundancia.

En cua20140906_191026nto a precios puede dar la impresión que serían algo altos (tremendo lugar y ambiente, muyMPSJ limpio, ordenado y profesional), pero no fue así. Cuatro personas, bebimos varios mojitos (muy bien hechos y muy buenos), varias cervezas y comida por menos $60 (sin propina). Nos parece más que razonable y atractivo conociendo que en otros lugares, pidiendo lo mismo sería más del doble. Queremos agradecer al dueño y su equipo por la experiencia que nos brindaron. Estamos más que seguros que volveremos a Lares solo para visitar “Mi Pequeño San Juan.”

Como siempre, les recordamos que escribimos con base en nuestra experiencia en el lugar, por lo que la sus experiencias pueden variar. ¡Salud!

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