El viernes pasado el camino de este bebedor lo llevó hasta La Mala Vida, cerquita de la Placita de Santurce (link aquí). Les digo con toda sinceridad que en se pasó bien en La Mala Vida.
Si se estacionan en el estacionamiento multi-pisos que la gran mayoría de la gente utiliza para ir la Placita, llegan bien rápido una vez salen por el portón del multi-pisos hacia la calle Canals. Me paré frente al lugar, entré a balconcito que tienen allí, veo una “ventana” de piso a techo, la gente adentro, pero no veo la puerta. Allí me quedé bruto. “¿Por ca@#$ dónde entro?” me pregunté. Una joven muy amable movió lo que parecía una ventana, son puertas corredizas (“sliding doors” en buen español). Muy amablemente nos invitó a pasar y fue quien nos atendió toda la noche. Brindó un servicio excelente vale mencionar.
¿Y qué bebimos? ¡MOJITOS! Estaban a $5 el original (regular) y $6 los de sabores (con jugos de frutas naturales). Lamentablemente solo tenían jugo de acerola, coco y toronja. No informaron que estaban esperando que llegara el resto de los jugos (no llegaron mientras estuvimos allí). Ni modo, como quiera iba a beber. Así que pedimos primero originales y les digo que son buenos, como deben de ser, todo natural. Luego pedimos de coco y acerola. El de coco fue el más fuerte (jugo de coco natural); el de acerola más dulce, pero sin empalagar.
Sobre la variedad de bebidas, nada que temer. Hay de todo para todos. Cerveza de las marcas más populares y tremenda variedad de licores desplegados de manera impresionante en la barra. La comida fue excelente, un burrito bien lleno de carne (steak) y totopos (chips) y un hamburger relleno de “blue cheese.” Buena presentación, excelente sabor y buenas porciones. Pudiera parecer poco, pero es solo apariencia; créanme cuando les digo que uno sale más que satisfecho. Observamos algunos de los otros platos que salían de la cocina, el aroma era lo que nos hacía mirar y lo que veíamos nos gustaba.
Lo único poco agradable que sucedió fue cuando una de la empleada ofreció llevarse los vasos vacíos y se llevó el vaso del mojito de coco con medio mojito todavía sin beber. Sabrán lo poco agradable que es que te lleven medio vaso de tu trago que querías acabar. Se los notificamos a nuestra mesera, la cual se disculpo y nos ofreció otro por la casa. Este cliente quedó muy satisfecho.
Al final de la noche, se disfrutó mucho en La Mala Vida. Buena comida, buena bebida y buen ambiente. Si nos preguntan a nosotros, estás más que bien recomendado. Como siempre, escribimos con base en nuestra experiencia en el lugar, por lo que la sus experiencias pueden variar. ¡Salud!