
Tres doncitos y sus cervezas misteriosas: el enigma de las bolsas de papel
Frente a un colmadito de barrio, tres doncitos sentados en un banquito comparten risas, historias de antaño y, por supuesto, par de cervezas frías… todas cuidadosamente envueltas en bolsas de papel marrón. ¿Por qué? ¿Es un ritual secreto? ¿Una tradición ancestral? ¿O simplemente una manera de ganarle al sistema? Spoiler alert: se trata de las famosas Leyes de Envases Abiertos o Open Container Laws en Puerto Rico
¿Por qué se usan bolsas de papel para cubrir latas o botellas de alcohol en público?
La razón es simple y, a la vez, cómica (otras pendeja): aunque beber en la calle es ilegal en la mayoría de los municipios de Puerto Rico, la gente ha encontrado en la bolsa de papel un “escudo” improvisado contra multas y miradas indiscretas. La lógica detrás de esto es que, si el envase no es visible, la policía puede hacerse de la vista larga. ¿Legal? No del todo. ¿Funciona? A veces.
En los últimos años, ha surgido otra opción: los famosos tumblers, como los Yetis o Stanley. Estos envases térmicos no solo mantienen la bebida fría por más tiempo, sino que también ocultan su contenido de manera más elegante. Sin embargo, aunque pueden parecer una mejor alternativa a la bolsa de papel, no garantizan inmunidad ante la ley. Si la policía sospecha que llevas alcohol en tu vaso, pueden pedirte que lo vacíes. Así que, aunque un “tumbler” pueda hacerte lucir más sofisticado, no necesariamente te salvará de una multa.
En realidad, estas leyes buscan evitar desórdenes públicos y controlar el consumo de alcohol en áreas comunes. Pero como buenos boricuas, la creatividad siempre gana. Y así es como la humilde bolsita de papel se ha convertido en una especie de camuflaje urbano.
¿Qué dicen las Leyes de Envases Abiertos en Puerto Rico?
En la isla, es ilegal consumir alcohol en espacios públicos como calles, plazas y aceras, según el Código de Orden Público del Viejo San Juan y otros reglamentos municipales. Además, la Ley de Tránsito prohíbe tener envases abiertos dentro de vehículos, salvo que estén en el baúl.
Si te sorprenden con una lata de cerveza destapada en la mano mientras caminas por la calle, podrías recibir una multa de hasta $500. Y si estás en un carro con una botella abierta, prepárate para más problemas. (Tener un envase abierto es motivo suficiente para ponerte a soplar.)
Ahora bien, hay lugares donde la aplicación de estas leyes es más relajada. En zonas turísticas, como las Fiestas de la Calle San Sebastián, se permiten envases abiertos en ciertas áreas con permisos especiales. Pero ojo, esto no significa que puedas pasearte por todo Puerto Rico con una “beer” en mano sin consecuencias.
Puerto Rico vs. Las Vegas: una batalla de botellas
Mientras que en Puerto Rico las restricciones son bastante estrictas, en Las Vegas la historia es otra. En la famosa Sin City, puedes caminar libremente con tu trago por la calle sin preocuparte por multas, siempre y cuando el envase no sea de vidrio. Sí, leíste bien: en Las Vegas puedes disfrutar tu mojito bajo las luces de neón sin esconderlo en una bolsa de papel.
En Puerto Rico, en cambio, el simple acto de abrir una lata en un espacio público puede costarte caro. Esta diferencia se debe a que en Las Vegas la industria del entretenimiento gira en torno al turismo y la fiesta, mientras que en Puerto Rico, las regulaciones buscan mantener el orden en las comunidades. (Ej. Códigos Orden Público)
¿Acaso este tipo de leyes afecta el desarrollo económico de la isla?
Aquí es donde la cosa se pone interesante. Algunos argumentan que prohibir el consumo de alcohol en público limita el turismo y la actividad económica. Imagina a los visitantes que quieren disfrutar de una piña colada mientras caminan por el Viejo San Juan, solo para descubrir que deben consumirla dentro de un establecimiento. Esto podría desincentivar las ventas y reducir el flujo de clientes en bares y restaurantes.
Por otro lado, mantener un ambiente regulado ayuda a evitar desórdenes y problemas de seguridad, lo que puede ser más atractivo para ciertos tipos de turismo. El equilibrio entre diversión y orden es clave para que Puerto Rico aproveche su potencial sin perder su esencia.
Conclusión
Las Leyes de Envases Abiertos en Puerto Rico son una mezcla de regulación y cultura callejera. Mientras que oficialmente se prohíbe el consumo en espacios públicos, la famosa bolsa de papel sigue siendo el símbolo de la astucia boricua. Sin embargo, a largo plazo, quizás valga la pena reconsiderar estas regulaciones para potenciar el turismo sin comprometer la seguridad. ¿Se convertirá Puerto Rico en el próximo Las Vegas? Solo el tiempo (y las legislaciones) lo dirán.
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